Monday, July 04, 2005

Y, che, vengo de Argentina, viteh!

La razón por la que hace algún tiempo no posteaba era debido a que me había ido de viaje para celebrar el término de mis estudios.

Pude visitar los países de Perú, Chile y Argentina, y fui haciendo comparación con nuestra "sociedad", si es que aún cabe llamarla así. Es evidente que todos los países latinoamericanos compartimos muchos defectos, como lo es la pobreza, la corrupción y la delincuencia, pero las actitudes, cultura y estilos de vida son muy diferentes al nuestro.

Creo que una de las principales diferencias entre la gente del Cono Sur y nosotros es la Puntualidad. En Chile o Argentina las cosas que se citan a las 8 empiezan a las 8. El bus sale a las 4 y si llegas 4 y 10 te jodiste, no puedes reclamar reembolso. En cambio acá, con nuestra famosa "Banana hour", está la provervial frase "Se los cita a las 7, pero vienen a las 8 y comienzan el evento a las 9". Estoy seguro que nosotros sólo con la puntualidad correcta, estaríamos el DOBLE mejor de lo que estamos ahora. Sólo siendo puntuales.

Honestamente por un lado me importa tres atados que los argentinos y los chilenos sean blanquitos como la leche y bien parecidos (aunque por otro, bendecía el hecho, viendo cada diosa bonaerense), porque cosas que para nosotros parecerían imposibles, como ver un niño rubio, ojos azules vestido con harapos, desnutrido y rebuscando comida en un tacho de basura, son cosa cotidiana allá.

El último ex-presidente, Chupete de la Rúa, la cagó tanto o más que Abdala y Mahuad, obligando a los argentinos a hacer cosas que acá aún no se ven (todavía...) como TODO el pueblo desesperado por hambre saqueando supermercados y almacenes en busca de pan para sus hijos, y hablo de gente egresada, profesional, que debería estar trabajando pero que malditos como el mamaverga de Cavallo (el cual fue endiosado por el chucha de su madre de Abdalá, al colocar la "convertibilidad" como la gran salvación del país, puta madre, si hubiéramos hecho eso, estuviéramos mil veces peor que Bolivia o Argentina en su peor año, puesto que al poner al sucre par con el mr.Dólar, los pelapicha del Banco Central en menos de 5 años hubieran redevaluado el nuevo sucre hasta dejarlo en un dólar de 300 o 400 nuevos sucres, imagínense esa catástrofe, ,aunque esa petición será imposible para algunos de los gomeros que leen esto) habían convertido al sueldo mínimo en migajas de pan y una rodaja de chorizo.
No estoy tampoco diciendo que los argentinos son la gran guevada ni nada de eso, sólo equiparo hechos.

Algo que tengo que acotar mucho es que cualquier país que fui, sea Perú, Chile o Argentina, tienen identidad PROPIA. Es decir, uno identifica al natural de esos países con facilidad. A mí, NI UNO pudo adivinar de dónde mierda venía, todos decían que si era mexicano, o si venezolano, o colombiano, o panameño o hasta peruano. A Ecuador no lo nombraban ni por casualidad, cosa que me llenaba de verguenza. Y eso teniendo la bola de muchachos ecuatorianos estudiando a vaca en las universidades argentinas. Nosotros al parecer carecemos de identidad propia. Y eso se lo demuestra cuando aquí vienen los extranjeros, que necesitan de años o incluso generaciones para perder su acento, un venezolano, un colombiano, puede estar hasta 10 años aquí y su acento no lo pierde, pero que un ecuatoriano vaya a la Argentina, por ejemplo, por seis meses y que regrese. Escúchenlo hablar..."Y, viste, en B.A. la gente es relinda, no garpás mucho, che, y te hacés de amigos volando, aparte, el laburo no da mucho quilombo, che..." ¡¡Más gaucho que Carlitos Gardel, el cholazo de mierda!! Puedo entender que el acento sea pegajoso y todo eso, pero por Dios, uno tiene que saber quién es y no andarse arrodillando a mamar la primera verga extranjera que se levante, sólo por el hecho de ser extranjera.

Aparte, en los países vistos, se consume bastante el producto nacional, cosa que acá es casi visto como herejía. El argentino es orgulloso de la lechera La Serenísima y sus asados, el chileno de sus dulces Ambrosoli y Condorito, el peruano de... de su rocoto y sus brujos "nunca te fallo" que hacen pacto con el Diablo... ¿Y el ecuatoriano? ahí, haciéndole asco al banano, al chocolate nacional, a la música y cultura autóctona, al arroz con menestra (sólo para CHOLOS, o sea) y todo lo que venga del exterior o se parezca a él aunque sea sólo en la cáscara (La cabareterita de cuarta convertida en la sensual, rubia, blanca, tetona y agringada SHARON por obra y gracia del bisturí) se lo adora, se lo endiosa, se lo recibe como a Jesucristo en su segunda venida.

Otra cosa que analicé fue la actitud. Como donde más estuve fue en Argentina, tuve más tiempo de observar la actitud que ellos tienen. Solamente con el saludo cotidiano se dice mucho. Ves dos amigos saludarse: "¡Hola,che cómo has estado!" "¡Bien, muy bien, querido!" y los continuos intentos que ellos hacen para poder disfrutar la vida, así sea compartiendo un alfajor con la pelada viendo el Obelisco... Ese pueblo que ha tenido muchos serios contratiempos, mucho peores que los de aquí, como los gobiernos de a verga de Alfonsín y de la Rúa, siguen alegres y optimistas. Nosotros, ayudados en gran parte por el vallenato, aprovechamos cada mal momento para volver a repetir que mañana estaremos peor que hoy, que todo está malo y que nada está bueno, que es mejor morirse o irse, que todo es una mierda y más guevadas. Los argentinos podrán estar en la mierda, pero se las arreglan para sentirse bien; y nosotros podemos estar en la gloria, pero siempre nos arreglamos para sentirnos en la mierda. Punto.
Hay mucho que pensar aquí, los que saben. Los otros, los gomeritos comemierda, los limpiaparabrisas que sólo vienen a publicar insultitos al aire o chismes cojudos, que sigan haciendo lo que mejor hacen: Valer VERGA.

VALLENATO HIJO DE REMIL PUTAS.

Tofu-sama.
(PD: En cada post colocado terminaré colocando este grito de batalla para que sepan quién fue el que lo redactó. De mi autoría fueron Pena de muerte y Me hago rata entre otros.)