Sunday, June 04, 2006

Ojalá se vaya a Japón.

Una corporación. Que hijo de puta, con que mentes superdotadas estoy tratando.

Me fumo un cigarrillo, manejo mi carro a altas horas de la noche. Me estaciono sin el menor cuidado, y sin percatarme de si pueden haber personas que pongan en riesgo mi integridad física. Me resulta efímero.

Dejo mis tarjetas en el auto. Solo tengo veinte dolares en el bolsillo, pero la cocaina provoca que mi adrenalina esté hasta el tope. Dos hombres en la esquina se encuentran bebiendo cristal. Notan inmediatamente mi presencia.

Las proposiciones y miradas infortuitas no se hacen esperar.

Una barra al fondo tiene el nombre de un hombre. No le presto atencion y entro.

Dos caras conocidas al fondo: Me reconocen y se me acercan enseguida. Jose Luis Leon y Luisa fernanda Aucar me invitan un trago. Les digo en voz baja que por favor se marchen. Ellos inmediatamente comprenden y salen de manera disimulada.

Pido dos botellas de whisky al camarero. Este me mira extrañado, quizas por lo poco comun de mi exigencia, pero me las trae destapadas. Las tomo y las riego a lo largo del suelo y la barra. En cuestion de segundos todos me miraron como si estuviese loca.

Saco mi encendedor marca casino del sol y exclamo ¡El opus dei vive! lo dejo caer y a partir de alli todo se convierte en un infierno demoniaco. La gente está tan preocupada por correr, que no es una prioridad atraparme. Me retiro calmadamente entre la multitud mientras me dirijo a mi carro.

Los borrachos de la esquina estaban aterrorizados. Tuve tiempo al pasar de preguntarle a uno ¿Aun quieres cogerme? Este me miro con terror cuando saque mi navaja y se la clave en un ojo.

Le tire los 20 dolares y le dije "bueno ya, toma para que comas" mientras este se retorcia del dolor y gritaba. Todo fue cuestion de un par de minutos. Subi a mi carro y me marche sin mas contemplaciones del lugar.

No comments: